¡Ja, ja, ja! Muy ingenioso, artístico y gracioso, María José. Yo, cuando vivía en Madrid, también preferia el autobús al Metro en horas punta, tan lleno de gente, tan molestos sus accesos con escacaleras para subir y bajar... Lo que ocurre es que, en distancias largas particularmente, el Metro gana en rapidez al autobús. En el autobús, además, uno podía ir mirando la calle, los edificios y los transeúntes; se hacía más fácil evadirse del entorno inmediato que dentro de un vagón de Metro, rodeado... Esta foto se merece algun comentario, yo en todos los años que llevo bajando a la feria no la vi de resplandecer como ese año