Grandes navegantes fueron en los siglos pasados los holandeses, al igual que portugueses, españoles e ingleses. Henry Hudson fue el pionero que recorrió el río que hoy lleva su nombre y las islas de se desembocadura, donde hoy se asienta la ciudad de Nueva York, y que fue colonia holandesa durante una centena de años, con el nombre de Nueva Ansterdam. Fueron aquellos lejanos siglos XV, XVI, XVII, el tiempo de las grandes navegaciones y "descubrimientos" por parte de los países europeos, de lejanas tierras y distintas gentes.
Al norte de Australia, hay un famoso estrecho marítimo con el nombre de un navegante español: Torres. Sin duda el más extraordinario de aquellos viajes fue el de la primera circunnavegación de la Tierra, realizado entre los años 1.519 y 1.521. Fueron tres naves españolas las que partieron con tripulantes en su mayoría españoles, al mando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano; navegando siempre hacia poniente, sortearon el alargado continente americano por un estrecho en su extremo sur, al que dejaron su nombre, como haría Hudson años después con el río de Nueva Ansterdam. Cruzaron todo el océano Pacífico, al que llamaron ellos mismos así por la calma que encontraron en él, y en el que perecería Magallanes a manos de los nativos de una de las islas; finalmente arribó a España una sola nave con veintitantos hombres. Entre los supervivientes del viaje más largo jamás realizado, un italiano llamado Pigafetta, nos dejó un admirable relato de tal hazaña; libro fácil de encontrar en ediciones de bolsillo, y digno de leerse por los amantes de la Historia. "No hay rosas sin espinas", escribió Pigafetta como lema en su libro, tratando de explicar en tan breves palabras, que los sufrimientos y grandes esfuerzos son inherentes a los logros extraordinarios.
España, Francia, EEUU e Italia, son tradicionalmente, OCTAVIO, los países que más turistas reciben anualmente; 57 millones fueron, si no me falla la memoria, los que vinieron a España el año pasado; aunque mi país descendió al tercer puesto, siendo superado por Francia y EEUU. Es curioso, también España, Francia e Italia, son los países europeos e imagino que también del mundo, que más vino producen, en torno a los 40 millones de hectólitros cada uno, según vengan los años. El vino, el Sol, la playa, la gastronomía mediterránea, los monumentos y parques temáticos, son los principales atractivos.
En España, sede de la Organización Mundial del Turismo desde los años setenta, ha primado el turismo de Sol y playa, en virtud de se extenso litoral mediterráneo y clima propicio. Turismo de cemento, como lo llamas OCTAVIO, de extensas construcciones hoteleras y residenciales a lo largo de la costa, un kilométrico "muro de hormigón" en paralelo a la costa.
Actualmente hay cierto debate en España, sobre la necesidad de restituir el dominio público de la costa, liberándola de las construcciónes ilegales; lo cierto es que, aunque se han derribado algunas urbanizaciones y hoteles, un gran número de casas construidas en dominio público, de propietarios en muchos casos extranjeros, se quieren legalizar por el actual gobierno mediante ciertos "arreglos" legislativos. Los ecologistas están indignados... lo triste es que no se cumplan las leyes, no se vigile lo suficiente para que no se levanten construcciones donde no debe haberlas.
Comprendo a esos ingleses, alemanes, holandeses, daneses o de dondequiera que sean, y más si son "urbanitas" o residentes en grandes ciudades, por anhelar una casa rústica en una zona pintoresca de agradable clima; comparto su aficion por el campo, la agricultura y la vida en los pueblos. Los ingleses tienen el precedente de Gerald Brenan, que vivió muchos años de su vida en un pueblecito de la Alpujarra granadina, enamorado de esa tierra, de España, sin olvidar sus raíces inglesas y escribiendo libros: "El laberinto español", "San Juan de la Cruz"...
Es posible, como dices OCTAVIO, que las grandes masas de turistas de este siglo XXI sean chinas, son tantos que conque un pequeño porcentaje de la población china, adquiera nivel económico para permitirse visitar otros países, se notará ampliamente su presencia.
Al fin probé la yerba mate, PATRICIA, no fue en el herbolario donde lo compré, sino en el supermercado que ahora ofrece paquetes de la marcha "Nobleza gaucha". Lo hice sin la calabacita ni la bombilla, como una infusión más, pasada por una coladera metálica; quizás me salió muy fuerte, pues eché mucha hierba pero me gustó. Es muy estimulante y de buen sabor... curiosamente me pareció familiar el aroma y el sabor; es posible que lo hubiera tomado antes, tal vez cuando vivía en Madrid, no sé. Procuraré conseguir la calabacita y la bombilla pues la experiencia ha sido buena, y confío en seguir tomando... sin azúcar, vos me comprendés.
¿Sigue la sequía en Uruguay, PATRICIA? Por acá se escucha que en la Argentina mueren las vacas por falta de pasto. Cordiales saludos desde La Solana.
Al norte de Australia, hay un famoso estrecho marítimo con el nombre de un navegante español: Torres. Sin duda el más extraordinario de aquellos viajes fue el de la primera circunnavegación de la Tierra, realizado entre los años 1.519 y 1.521. Fueron tres naves españolas las que partieron con tripulantes en su mayoría españoles, al mando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano; navegando siempre hacia poniente, sortearon el alargado continente americano por un estrecho en su extremo sur, al que dejaron su nombre, como haría Hudson años después con el río de Nueva Ansterdam. Cruzaron todo el océano Pacífico, al que llamaron ellos mismos así por la calma que encontraron en él, y en el que perecería Magallanes a manos de los nativos de una de las islas; finalmente arribó a España una sola nave con veintitantos hombres. Entre los supervivientes del viaje más largo jamás realizado, un italiano llamado Pigafetta, nos dejó un admirable relato de tal hazaña; libro fácil de encontrar en ediciones de bolsillo, y digno de leerse por los amantes de la Historia. "No hay rosas sin espinas", escribió Pigafetta como lema en su libro, tratando de explicar en tan breves palabras, que los sufrimientos y grandes esfuerzos son inherentes a los logros extraordinarios.
España, Francia, EEUU e Italia, son tradicionalmente, OCTAVIO, los países que más turistas reciben anualmente; 57 millones fueron, si no me falla la memoria, los que vinieron a España el año pasado; aunque mi país descendió al tercer puesto, siendo superado por Francia y EEUU. Es curioso, también España, Francia e Italia, son los países europeos e imagino que también del mundo, que más vino producen, en torno a los 40 millones de hectólitros cada uno, según vengan los años. El vino, el Sol, la playa, la gastronomía mediterránea, los monumentos y parques temáticos, son los principales atractivos.
En España, sede de la Organización Mundial del Turismo desde los años setenta, ha primado el turismo de Sol y playa, en virtud de se extenso litoral mediterráneo y clima propicio. Turismo de cemento, como lo llamas OCTAVIO, de extensas construcciones hoteleras y residenciales a lo largo de la costa, un kilométrico "muro de hormigón" en paralelo a la costa.
Actualmente hay cierto debate en España, sobre la necesidad de restituir el dominio público de la costa, liberándola de las construcciónes ilegales; lo cierto es que, aunque se han derribado algunas urbanizaciones y hoteles, un gran número de casas construidas en dominio público, de propietarios en muchos casos extranjeros, se quieren legalizar por el actual gobierno mediante ciertos "arreglos" legislativos. Los ecologistas están indignados... lo triste es que no se cumplan las leyes, no se vigile lo suficiente para que no se levanten construcciones donde no debe haberlas.
Comprendo a esos ingleses, alemanes, holandeses, daneses o de dondequiera que sean, y más si son "urbanitas" o residentes en grandes ciudades, por anhelar una casa rústica en una zona pintoresca de agradable clima; comparto su aficion por el campo, la agricultura y la vida en los pueblos. Los ingleses tienen el precedente de Gerald Brenan, que vivió muchos años de su vida en un pueblecito de la Alpujarra granadina, enamorado de esa tierra, de España, sin olvidar sus raíces inglesas y escribiendo libros: "El laberinto español", "San Juan de la Cruz"...
Es posible, como dices OCTAVIO, que las grandes masas de turistas de este siglo XXI sean chinas, son tantos que conque un pequeño porcentaje de la población china, adquiera nivel económico para permitirse visitar otros países, se notará ampliamente su presencia.
Al fin probé la yerba mate, PATRICIA, no fue en el herbolario donde lo compré, sino en el supermercado que ahora ofrece paquetes de la marcha "Nobleza gaucha". Lo hice sin la calabacita ni la bombilla, como una infusión más, pasada por una coladera metálica; quizás me salió muy fuerte, pues eché mucha hierba pero me gustó. Es muy estimulante y de buen sabor... curiosamente me pareció familiar el aroma y el sabor; es posible que lo hubiera tomado antes, tal vez cuando vivía en Madrid, no sé. Procuraré conseguir la calabacita y la bombilla pues la experiencia ha sido buena, y confío en seguir tomando... sin azúcar, vos me comprendés.
¿Sigue la sequía en Uruguay, PATRICIA? Por acá se escucha que en la Argentina mueren las vacas por falta de pasto. Cordiales saludos desde La Solana.