Amigo Mansorruido, que alegía me dá que me hables de
San Marcos. Recuerdo cuanco iba al Portillejo ´con mis abuelos y las hermanas de mis padres. Nos comiamos la tortilla y la pipirrana. Luego le hacíamos trampas al diablo con las cebás. ¿Como no voy a querer yo a ese
pueblo?