¡Que qué me cantas arradio! digo Barranqueñita, esque es verdad que me quedao flojo del asueto de las vacaciones, me e ido mu largo, más otavía, a Punta Cana en Santo Domingo y entoavía no me recuperao. Pero andandico, andandico a toos laos se llega... menos a vendimiar. Las uguas pa el labrador y pal bodegero, yo no tengo na pelao en el campo asique que no me busquen por los majuelos. Si acaso algunas tardes pesco y voy a ayudar a algún pobre, pero na más. Pero que conste que e vendimiao en ajeno, y sí es verdad que hay alegría en la cuadrilla y en el amo que coge su cosecha, el tiempo no es mu riguroso, gusta tumbarse en el campo después de comer entre las pampanas verdes, son días especiales. El solanero que no a vendimiao ni a ido al castillo andando es como el que nace con una oreja sola.