¡Cómo me gustaría probar las cerezas, las manzanas, las peras y las fresas de Bielorrusia! Me conformaré con hacerlo con la imaginación, igualmente imagino un paseo por la bella ciudad de Minsk, atravesada por el río Svisloch que va formando meandros y lagos. Visitar los parques tan espléndidos con sus fuentes y esculturas, como la del Ángel y la de los Niños; e ir al Closest Club a ver una competición de esa especie de canicas gigantes que, se deslizan por la pista helada. Podría hospedarme en el hotel Minsk Europe, cerca de la plaza de la República, plaza que alberga el palacio de la República, y donde se encuentra el kilómetro cero de las carreteras bielorrusas.
¡Humm, qué bien me lo pasaría en Minsk! ¿Qué más podría hacer en tu ciudad, Olga Lazarenko?.
¡Humm, qué bien me lo pasaría en Minsk! ¿Qué más podría hacer en tu ciudad, Olga Lazarenko?.