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LA SOLANA: Sobre las plazas públicas se puede hablar mucho, de...

Sobre las plazas públicas se puede hablar mucho, de su tipología, su antiguedad, valores histórico-artísticos, etc. Pero hay algo fundamental o que esperamos encontrar en una plaza, el espacio libre, desembarazado de obstáculos, donde poder explayar la vista, pasear tranquilamente o donde pueden correr y jugar los niños sin peligro ni cuidado. Podemos admitir elementos decorativos, el llamado mobiliario urbano -bancos, papeleras, fuentes, farolas- pero siempre como elementos secundarios al objeto principal que es el espacio. Por eso choca, sorprende y hasta irrita un diseño de plaza pública como la del mercado municipal, cuyo espacio ha sido innecesariamente obstaculizado, rota y destruida su continuidad por la colocación de 10 farolas de grandes dimensiones que, dispuestas geométricamente, anulan completamente el sentido primordial del espacio público. Resulta triste sentarse en uno de los bancos y ver enfrente, cómo una sucesión de cuatro postes metálicos, atraviesan y ocupan la distancia hasta el otro lado de la plaza.
Podemos conjeturar que el arquitecto diseñador de la plaza -parece ser que en Alcázar de San Juan hay otra igual- quiso darle sentido decorativo a las farolas, además de su propia función lumínica, pero a cambio de menospreciar el espacio y castigar al usuario. El resultado es un sitio "apresado", "castigado" con diez barrotes de acero, que trasladan las limitaciones de las viviendas de bloques, o pisos, al espacio público urbano, perdiendo éste su sentido liberador.
Sobre esta plaza solanera alguien escribió unos versos que reflejan lo que acabo de decir, en el grupo de msn "La Solana y su gente", aquí los traigo de nuevo:

¡Dime! plaza del mercado
¿qué delito cometiste,
qué gran maldad tú hiciste
por ser tu espacio apresado?.

Son diez barrotes de acero,
farolas disimuladas
con dobles focos, clavadas
con el público dinero.

Pero si es pública afrenta
vecinos no son culpados,
al contrario, sí enfadados
con quien tu castigo alienta.

Soñaremos que algún día
tu espacio sea liberado,
niños jueguen sin cuidado
reinando ya la alegría.

Sin duda será difícil que desaparezcan las feas y mal colocadas farolas, pues algo tan sencillo como arreglar o colocar una fuente pública, o restaurar y barnizar los bancos de la misma plaza, se lleva años sin hacer.