"Dios, el demonio, el bien, el mal, todo está en nuestra cabeza, no en el Cielo o en el infierno, que también inventamos. No nos damos cuenta de que, habiendo inventado a Dios, inmediatamente nos esclavizamos a él". Esta es una de las reflexiones que ha hecho el escritor sobre su nuevo libro en el que de alguna manera pide cuentas a Dios. Esta reinvención literaria-histórica está cargada de la sutil y elegante ironía y humor de Saramago, con una historia que va más allá del mero hecho narrado y conocido de Dios, Caín y Abel al abordar un tema eterno y ahora muy candente: sobre creer o no creer en un ser supremo y que deriva en cuestiones como la religiosidad, el poder y la tiranía, la existencia o no del destino y su sentido y muchas otras preguntas que asoman en esta mirada heterodoxa de José Saramago.