Como estáis tan absortos y las calles tan solitarias os dejo con este tierno poema de Gabriela Mistral:
"El niño solo"
Como escuchase un llanto, me paré en el repecho
y me acerqué a la puerta del rancho del camino.
Un niño de ojos dulces me miró desde el lecho.
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Jovita muy tierno como bien dices y precioso el poema de Gabriela Mistral. Es fácil de imaginar esa ternura que relata el poema... lo mejor para mi, el final (Y cuando la mujer, trémula, abrió la
puerta,
me vería el rostro tanta ventrua cierta
¡que me dejó el infante en los brazos dormido!
Es un final genial.