En esta época había contrastes en la forma de vivir, por un lado recuerdo cómo
las mujeres, incluida mi madre, cuando lavaban se cubrían la cabeza con un pañuelo
para no ponerse morenas y tener la cara blanca, cuanto más blanca mejor. Sobre las manos se colocaban una especie de manopla, sin la parte de abajo, se llamaban
puñetitas, así las manos las tenían también blanquitas.
Nosotras, ya entonces pensábamos lo contrario. Recuerdas Jovita que comprábamos entre las cuatro una caja de crema, me parece que ya había Nivea, nos poníamos el bañador y tomábamos el sol en una terracita que había en casa de Isabel Castro, al salir de la cocina. allí nadie nos veía, sólo la Sra. Isabel. ¡Qué tiempos!. Tú recuerdas ésto?. Besos
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