Antonio, ahora que no está Perico en Madrid por que no hacemos nosotros una fiesta en su casa. Tiene hasta carpa... (no caspa)
El día que me regale una plancha la montaremos en casa de mi mujer...
Antonio, ahora que no está Perico en Madrid por que no hacemos nosotros una fiesta en su casa. Tiene hasta carpa... (no caspa)
¿Te ha dejado las llaves?.
¿Cuál de ellas?.
Antonio, ahora que no está Perico en Madrid por que no hacemos nosotros una fiesta en su casa. Tiene hasta carpa... (no caspa)
¿Cuál de ellas?.
La que te aguanta en casa... La otra seguro que si que te habla.
Por cierto. Mari Carmen todavía te habla?
¿Cuál de ellas?.
Bueno voy a cenar. Maroto haz el favor de venir que no tenemos pan, eso sí dime por favor que no te quedas a cenar que tú jalas mucho y me dejas sin cena.
Por cierto. Mari Carmen todavía te habla?
Bueno voy a cenar. Maroto haz el favor de venir que no tenemos pan, eso sí dime por favor que no te quedas a cenar que tú jalas mucho y me dejas sin cena.
Ves preparando al Manolo...
Bueno voy a cenar. Maroto haz el favor de venir que no tenemos pan, eso sí dime por favor que no te quedas a cenar que tú jalas mucho y me dejas sin cena.
Oye Pocholo, ¿el pan no te cabia en la mochila? ¿Al trabajo también vas con ella?
Yo me iba con el pan a buscar el jamón de Herminio pero me pilló Marce y tuve que hacerme el loco. Al final lo tuve que dejar en el carro.
Oye Pocholo, ¿el pan no te cabia en la mochila? ¿Al trabajo también vas con ella?
Jovita parece majo, pero no puede uno perderlo de vista, mira lo que tuvimos que hacer para que se entretuviera y nos dejara tranquilos un rato, le dimos el pan y le dijimos, niño sujétalo bien alto que si no se lo comen las hormigas y así lo tuvimos entretenido hasta que ya tuvimos que pedirle el pan para ponernos a comer.
Antonio, ¡tienes unas ocurrencias! Acabo de soltar una caracajada leyendo tu mensaje.
Además de poeta, tienes algo de humorista y muy ocurrente.
¡Con lo majo que parece!
Jovita parece majo, pero no puede uno perderlo de vista, mira lo que tuvimos que hacer para que se entretuviera y nos dejara tranquilos un rato, le dimos el pan y le dijimos, niño sujétalo bien alto que si no se lo comen las hormigas y así lo tuvimos entretenido hasta que ya tuvimos que pedirle el pan para ponernos a comer.
¡Con lo majo que parece!
Aquí tenemos al "tonto del pan", y luego el "gili" ni lo probó.
Jovita, pasamos del blanco al negro como del día a la noche. Yo creía que lo que se había dejado era la camiseta de la Virgen. ¿Se olvidó algo más? Venga, cuéntanos qué fue.
Marce, debe ser la dueña de lo perdido la que cuente. Pero te prometo que era negro como el carbón. La imaginación es libre, amigo... ¿Recuerdas las cinco cosas blancas que me encargó mi hermana cuánto dieron para imaginar?