¡Chicos otra vez que me ha vuelto a engañar, Rafi!
Me llamó por teléfono el viernes y me dijo que me fuera con Perico a
comer a su
casa de Noruega, yo no quería ir por cómo me había tratado la vez anterior, el caso es que me dijo que esta vez iba a ser diferente y al final me convenció. El caso es que cogí el pasaporte y
camino a Oslo.
Muy bien y mucho peloteo durante el aperitivo, qué guapo eres y cosas de esas, y yo ilusinándome, total que llegó la hora de irse a comer a su casa, se van sentando
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