RECUERDO A “NUESTRA ISABEL”
Parecía imposible creer que pudiera ocurrirle algo tan repentino y terrible a ella, tan fuerte siempre, tan valiente para encarar todo en la vida, tan llena de energía.
No pudimos evitar romper a llorar cuando nos comunicó Perico la noticia,
¿Cómo podía ocurrir algo así?
Guada y sus hijas necesitan ahora el arropo y cariño de todos, y a ellos les mandamos nuestra condolencia y nuestro abrazo más cariñoso.
Hace menos de una semana que me llamó, como tantas veces, y charlamos un buen rato con un humor extraordinario. ¡Era tan humana y cálida ¡
Cuántas cosas recordaba de nuestra larga época en Diógenes, y sobre todo de “su Jorgito”.
Siempre, al terminar la conversación, yo le recordaba que se cuidase mucho, y que le diese un enorme abrazo de mi parte a Guada, ese estupendo marido que tenía siempre cerca para cuidarla y quererla. Guada fue un premio de la vida para Isabel.
Me contó de sus hijas, de sus preciosos nietitos y del próximo en llegar, que les tenía ilusionadísimos a todos.
Le verá desde el cielo, sin duda.
Isabel, la emprendedora, animosa, gran persona, fuerte y discreta.
Sus hijas y nietos eran su “debilidad” y por ellos vivió feliz y con una actividad envidiable y estupenda.
Siempre recordando con ternura a “su Jorgito”, quien siempre la recuerda y recordará como “su Isabel”, unida a su infancia feliz en Diógenes.
Ella vivió y se ha ido con los mejores tesoros en sus manos.
Para “nuestra Isabel”, que fue parte muy cercana de nuestra vida en Diógenes, todo el cariño y el mejor recuerdo emocionado
JORGE DARLINGTON, CONCHITA Y JORGITO
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