Lo bueno es poder visitarla. Eso significa dos cosas: que uno se encuentra bien para hacerlo y que ellos están ahí. Dos premisas muy importantes bajo mi punto de vista. Veo que te gustan los granados, bueno te gustarán las granadas. Cuando os he leido me he acordado de mis padres porque siempre tuvieron un árbol de estos allá donde estuvieron. ¡Que bueno el fruto! y como se pegaban las manos después de comerlas. Un abrazo