Eso, quién tenía dinero para comprarlo.
Algun@s, a fabricarlo en casa con harina de centeno, de avena, o de lo que se dispondría en ese momento.
Eso es mucho más mérito que lo que hacen algunos para elevarlos a santos.
B+a.
LuisMi mi padre tuvo que ir andando cinco años desde
Mestanza a Diógenes a trabajar, tanto la ida como la vuelta. Aunque había un
coche para llevar los mineros, él tenía un relevo que no le venía bién coger el coche, más de una vez cuando se venía a Mestanza despues de trabajar, le salían al
camino los hombres de la
sierra como se les llamaba para ver si le había quedado algo de
comida, eso era pasar necesidades, unos días lloviendo, otros frios, etc. Un abrazo.