Nunca pensó ese sindicalista andaluz del que todos sabemos, que jamás habría animales como este, que, al contrario que él, sí que son honrados y sí que trabajan por y para la sociedad. Tampoco se imaginaría el susodicho individuo que unos perros como éste le iba ajoder el mes al encontrarle los 80.000 € que tenía escondidos en su
casa para el “gasteo” del mes. ¡Pobre hombre este sindicalista; andaluz para más señas!
Buenos días diogeneros todos. B+A