el Peñón del Rabanero. Inmóvil, silencioso y eterno. Desde allí nos observaba y veía la vida diogenera. Era el horizonte de nuestras miradas. A veces soñábamos con subir allí y ver todo desde lo más alto del lugar. Lo que es la vida, ahí quieto y como mudo, no cuenta nada de su historia.
Seguiré...
Como dice el cuñaito Manolo, ayer estuvimos de gira por Hinojosas,
Mestanza, y
Solana del Pino.
Tuvimos encuentros con
Felicidad, los hermanos de Marce, Pepi, Anselmo y varios vecinos más de esas localidades, nos tomamos nuestras agüitas, hicimos los mandados y para
casa.
B+a.