Un recuerdo cariñoso para este edificio de nuestro pueblo que como veis está ruinoso. En otro tiempo eran momentos de encuentro y meditación. Fernando, hay que cerrar los ojos para imaginársela cómo era de bonita. Ahora da mucha pena verla.ç
Un beso y dile a Graci que de vez en cuando nos diga alguna cosita. Que bonitos recuerdos nos trae, nuestra iglesia, bien limpita y sus imágenes, bancos etc. etc ¡Qué pena! La última boda celebrada fue la de mi hermana y mi cuñado. Pepe, el no poder volver nunca más a tu pueblo es algo que nos ocurre a los Diogeneros, nos fuimos de Solana (mi otro pueblo) cuando yo tenia cinco años y allí estuve hasta que me case, todo el mundo puede volver a donde se crió aunque estén algunos pueblos abandonados, el nuestro está arrasado, con la vida que había allí y todo gente joven tanto padres como hijos.
Un beso.