Apo, esas pelotas de goma que nos regalaban cuando nos comprábamos unos zapatos gorila.
Un beso y esperemos vernos el próximo año y podamos celebrar nuestra romería. Campo de tenis de Mina Diógenes. Montones de veces ante la prohibición de entrar a jugar, nos saltamos la valla y con raquetas de madera y pelotas gorila disfrutábamos un buen rato. El vigilante gritaba la llegada del guarda y a correr se ha dicho. Nunca nos cogieron o no quisieron cogernos Guada, habrás visto como ha llovido hoy todo el día, a ver si sigue así varios días más y se podrá salir con garantía a por hongos y setas. Un abrazo Que malos, yo os había cortado las orejas cuando os hubiera pillado. Si Mariano yo creo que tuvo allí la peluquería, un día le dijimos ala hijo del tío Pichirichi que se metiese en un bidón, y bajo rodando desde las escuelas hasta el casino, menudas perrerías.
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