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Amigos diogeneros, a vosotros que sois un ejempo de amistad y solidaridad y en apoyo a nuestro admirado amigo Alejandro, para que sepa que somos muchos los que conocemos su obra, os deleito con uno de los poemas de nuestro admirado amigo, no es mi preferido, pero sí uno de los que a mí más me gustan y el más bonito para soportar el invierno:
De aquel silencio
en los arboles, ¿Qué ha sido?
¿Hacia qué sitio
han volado las cigueñas?
¿Donde buscar la dorada letania
del sormujo
herido junto al agua?
La noche se hace ortiga en nuestra voz.
¿Cómo encontrar el
pasadizo de los astros,
la luz de los racimos en la quietud
el humo, la hoja muerta, el campanario?
¿olvidarán nuestros ojos?
Ya es invierno:
el aire se hace nieve a nuestro paso
ALEJANDRO LOPEZ ANDRADA
De aquel silencio
en los arboles, ¿Qué ha sido?
¿Hacia qué sitio
han volado las cigueñas?
¿Donde buscar la dorada letania
del sormujo
herido junto al agua?
La noche se hace ortiga en nuestra voz.
¿Cómo encontrar el
pasadizo de los astros,
la luz de los racimos en la quietud
el humo, la hoja muerta, el campanario?
¿olvidarán nuestros ojos?
Ya es invierno:
el aire se hace nieve a nuestro paso
ALEJANDRO LOPEZ ANDRADA
Maruja, con permiso de nuestro amigo Alejandro, ahí va otra:
TODO EL OTOÑO EN LOS ESPINOS
canta un pájaro.
Un pájaro que languidece. Es dulce
su corazón
como un sueño suspendido
que nos deja dolor, costumbre, inercia.
Sabe de lutos y olvidos.
Se detiene,
y nuevamente silba entre la niebla.
Alguna noche acude
a mis pupilas;
y, en ellas, dolorido, picotea.
ALEJANDRO LÓPEZ aNDRADA
TODO EL OTOÑO EN LOS ESPINOS
canta un pájaro.
Un pájaro que languidece. Es dulce
su corazón
como un sueño suspendido
que nos deja dolor, costumbre, inercia.
Sabe de lutos y olvidos.
Se detiene,
y nuevamente silba entre la niebla.
Alguna noche acude
a mis pupilas;
y, en ellas, dolorido, picotea.
ALEJANDRO LÓPEZ aNDRADA