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MINA DIOGENES: Esta también me gusta, en cierto modo identifico los...

Para todos los DIOGENEROS

El minero

A fosfato huelen manos,
magro cuerpo del trabajo.
A bocamina fueron todos,
minadores en la orilla,
y un deslave de acogida
les vio adentro de la mina.

De trescientos, sólo uno,
el más callado y sólo uno,
fue sacado en un costado,
moribundo y desahuciado.

De trescientos, sólo uno;
De trescientos compañeros;
De trescientos picaderos;
De trescientos jornaleros.

Sólo uno, el más callado,
sólo uno fue testigo.

A fosfato huelen manos,
a fosfato compañeros,
de trescientos quedó uno,
los demás ya se perdieron
en el fondo del abismo.

De trescientos, sólo uno;
De trescientos compañeros;
De trescientos picaderos;
De trescientos jornaleros.

En la silla y ya quebrado
fue invitado al velatorio
y al entrar a ese santuario
y sentir a su patrono,
con la rabia y el coraje
y los puños en el alma,
se limpió del rostro el llanto
y mordiendo hulla y piedra
fue a clavarle la mirada,
y al mirarlo cayó muerto
en absoluto desconsuelo.

De Salvador Pliego

Esta también me gusta, en cierto modo identifico los malos momentos que pasan los mineros dentro de la mina y aunque en ella se refleja un relato desagradable, nos trae entrañables recuerdos de la vida cotidiana en el pueblo.

Enhorabuena chiquitín, te vas perfeccionando.

Veo que en esta has cambiado de pseudónimo, ¿no te gustaba el de "no lo sé"?.