Diogenes Revive!
Ayer, no hace nada mas que casi toda una vida.... Y hoy seguimos sintiendonos de nuestro pueblo. Aparecen nuevas chicas monas. En este caso aunque ayer habia bastantes deconocid@s.. Pero abracé a Tomasa. Cada nuev@ me transmite mas amor a mis raices, La conocí pero no quise confundirme, y siempre esi. Sentimos cariño y en nuestas pupilas al mirarnos sentimos el sonido de nuestros zapatitos por el esteril, o vemos los pendientes de la reina que nos colocabamos en las orejas. O las casitas que haciamos en las encinas, siempre con su jardincito de piedras. Yo recuerdo que no haciamos una para cada amiga. Sino la comun. Con tronquitos, ramas, montoncitos de tierra.
¡Que sombra tan rica la de la encina!. Y los asientos de piedra donde cómodamente el padre y la madre aparecián cerca del círculo de piedras.
Tomasa me inyectó en vena una buena dosis de polvo del campo de futbol y el amor a mis años allí con vosotros en Diógenes.
Ayer, no hace nada mas que casi toda una vida.... Y hoy seguimos sintiendonos de nuestro pueblo. Aparecen nuevas chicas monas. En este caso aunque ayer habia bastantes deconocid@s.. Pero abracé a Tomasa. Cada nuev@ me transmite mas amor a mis raices, La conocí pero no quise confundirme, y siempre esi. Sentimos cariño y en nuestas pupilas al mirarnos sentimos el sonido de nuestros zapatitos por el esteril, o vemos los pendientes de la reina que nos colocabamos en las orejas. O las casitas que haciamos en las encinas, siempre con su jardincito de piedras. Yo recuerdo que no haciamos una para cada amiga. Sino la comun. Con tronquitos, ramas, montoncitos de tierra.
¡Que sombra tan rica la de la encina!. Y los asientos de piedra donde cómodamente el padre y la madre aparecián cerca del círculo de piedras.
Tomasa me inyectó en vena una buena dosis de polvo del campo de futbol y el amor a mis años allí con vosotros en Diógenes.
Mari, primero se barría bien la tierra. Buscábamos trocitos de platos rotos que apoyábamos sobre las piedrecitas colocadas alrededor del espacio limpio.
Hablando del rumor de pisadas, recuerdo cuando mi padre escuchaba radio pirenaica y había que estar muy pendientes de los sonidos procedentes de la calle. Si se percibía rumor de pasos... había que apagar la radio...
Hablando del rumor de pisadas, recuerdo cuando mi padre escuchaba radio pirenaica y había que estar muy pendientes de los sonidos procedentes de la calle. Si se percibía rumor de pasos... había que apagar la radio...
Jovita, yo también recuerdo a mi padre duando viviamos en Las Morras, con la oreja pegada a la radio y a mi madre sufriendo por si venía alguien a casa.
¡Que tiempos!
¡Que tiempos!