Amigo Antonio Morón, como ves sigo enganchado al foro; lo que ocurre es que apenas tengo tiempo de escribir unas palabras. Ahora, la verdad, ando preocupado por la salud del padre de nuestro buen amigo Rafuki, que está pasando actualmente un trance delicado. Le deseo, de corazón, todo lo mejor, porque le tomé un gran cariño cuando estuve con él el pasado verano en su casa de Cabezarrubia y, luego, en nuestra visita a Mina Diógenes, un viaje fantástico y entrañable. Ojalá se recupere y pueda volver a hablar con él próximamente, cuando la romería. Es lo que más deseo. Para los demás amigos y amigas de Mina Diógenes, les envío un cálido y sincero abrazo. A ti, amigo Antonio, decirte que recuerdo tus orígenes mineros de los Pedroches cada vez que paseo por los caminos de mi tierra natal. En fin, lo dicho, un abrazo para ti, amigo Antonio Morón, y para todos y todas. Os quiero, Alejandro.