MINA DIOGENES: Alejandro, me encanta que te haya gustado la fotografía...

Rafi, me ha encantado ver la fotografía escolar que has enviado donde te encuentras tú y José Luis Ramos. Me siento muy emocionado después de contemplar la imagen de la escuela en la mina de las Morras, lugar al que yo he ido muy frecuentemente en los años 60, cuando era un niño, y que he vuelto a visitar muchísimas veces de mayor. Aún me gusta pasar, cada vez que voy, al edificio de la escuela, ya derruido, y a todas las casas, también caídas, pero bellísimas, que están detrás de la escuela, y que, según me han dicho siempre, eran de los ingenieros de la mina. No sé qué es lo que hay flotando en el aire de las Morras; pero te puedo decir que es algo dulce y triste al mismo tiempo, un halo fantasmal y poético que embriaga los sentidos. Me gustaría, Rafi, hablar contigo en alguna ocasión sobre tu infancia en las Morras, porque yo escribí una novela, "Los hijos de la mina", que estaba inspirada en esas minas y es un lugar donde mi padre trabajo siendo muy joven y al que guardo un gran cariño. En fin, el tiempo pasa y nos va dejando huellas y rasguños en el espíritu, por eso me he emocionado tantísimo al ver la foto de las Morras que has puesto en el foro, y, por eso, también te agradezco profundamente el detalle que has tenido al ponerla. Recibe un sincero y cálido abrazo de tu amigo y paisano, Alejandro López Andrada.

Alejandro, me encanta que te haya gustado la fotografía de nuestro grupo escolar de Las Morras. Ya te digo que era un popurri de alumnos de los alrededores. El que está en penúltima fila, en la orilla, es un hermano de Pepe Luis.
Yo encantada de poder hablar contigo y contarte cosas de mi infancia. Y con la que tendrías una larga conversación sería on mi hermana Dolores, la mujer de Miguel Santos de Alcaracejos. Además a ella le vendría muy bien porque anímicamente lo necesita tener este tipo de charlas. Ella es mas tranquila que yo. Cuando te has referido a las huellas y rasguños que han dejado en el espítitu este tipo de vivencias, yo he recordado uno que tengo enorme en una pierna, 25 cms y bien grande. Me lo hice jugando al escondite enfrente de la tienda que tenía la señora Catalina en El Soldado. Si hablas con Pepe Luis te podrá contar lo mala que he sido de pequeña y, aun, de mayor,
¿Nos veremos en la romeria?.
Espero, que en este caso, los meses pasen rápido.
Un abrazo