Perico, eso es parte de una poesía con
historia, dedicada al
Cristo del Tamaral, que, aunque la edad me va haciendo estragos en la memoria, es algo como lo que sigue (primero la historia, luego la coplilla).
Había un hombre en El Tamaral que tenía un ciruelo y en un montón de años jamás dio ni un solo
fruto, con lo cual el hombre decidió cortarlo. Como era un hombre mañoso (así como el
amigo Perico) con la mitad de la madera se hizo un pesebre y la otra mitad cuenta la leyenda que la donó a la
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