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MINA DIOGENES: Joselín, y no veas como se despellejaban los tacones...

Al ver esta foto siempre recuerdo los inviernos lluviosos que dejaban las calles limpias de estéril, el agua arrastraba todo lo que se le ponía delante, y las calles quedaban con la tierra a flor de piel con el consiguiente molesto barro que se hacía.
Era una ética de embellecimiento general cada primavera, volver a echar estéril por todas las calles con los camiones de la empresa basculandolo, y los peones de turno allanando con palas los montones que quedaban mal repartidos, desde la calle Jardines hasta la casa de la tienda de Gregorio pasando por S. Pantaleón la de Casino, Escuelas calle Nueva etc, todas eran cubiertas con estéril, mi padre hacía esa faena con el pegaso muy habitualmente. Creo que todos recordaréis como yo, lo intransitable que se hacía el caminar después por las calles, hasta que el estéril quedaba más esparcido, y la capa iba bajando de grosor.
Cuantas veces nos descalzabamos en plena calle, para quitarnos los chinatos que se nos metían entre las zapatillas, y no digo los zapatos porque esos eran para los domingos, además aun más molestos todavía.
Estos chicos que no se quien son, parece que esperan el espectáculo de ver llegar el camión para repartir el estéril, era emocionante ver el basculante levantado y el ruido de bajar por el camión el estéril.
Un saldudo para tod@s, nos vemos pronto.

Joselín, y no veas como se despellejaban los tacones de nuestros zapatos de los domingos.