Os cuento una anecdota que me pasó con la primera tortilla que hice en
casa de mi suegra, una gran cocinera y de ella aprendí mucho.
Me dice, podiamos hacer una tortilla de patatas para la cena, yo para que viera la nuera tan apañá que tenía me meto a la cocina, yo solita, me pongo ha hacer la tortilla y a la hora de cuajarla voy a darle la vuelta y la tortilla se marchó a la
pila, como seguía solita, la cogi la eché a la sartén y tan ricamente que me quedó.