CUANDO SIENTES QUE EL DIA TE PERTENECE
El viernes fué el cumpleaños de mi hija Aurora, siete añitos ya, el día que nació lucía un radiante sol, nada típico de Febrero. Ese día quedará como uno de los mejores días de mi vida; cuando la tomé en mis brazos y la mire a sus ojos grandes, en ese instante quedé sobrecogido y enganchado a ella para siempre.
En ella veo al niño de siete años que fuí, con esa misma sensación de asombro y cara ilusionada en el momento de recibir las felicitaciones y me doy cuenta que esa ilusión está tambien en quienes la felicitamos.
Mis cumpleaños de niño fueron extraordinarios, tuviera o no sorpresas o regalos, ese día con solo saber "que me pertenecia" era suficiente. Ya merecía la pena las sensaciones que experimentábamos días antes, esperando y preparando el cumpleaños.
Recuerdo con especial carino a mis hermanos y a mis padres que celebraban como yo o incluso con mayor alegría el que fuera mi cumpleaños.
Miro a mi hija y me veo yo, la miro y puedo ver dentro de ella como seguramente supieron ver mis hermanos y mis padres dentro de mí, veo asombro y alegría, la veo feliz.
Te quiero mucho mi niña, felicidades.
El viernes fué el cumpleaños de mi hija Aurora, siete añitos ya, el día que nació lucía un radiante sol, nada típico de Febrero. Ese día quedará como uno de los mejores días de mi vida; cuando la tomé en mis brazos y la mire a sus ojos grandes, en ese instante quedé sobrecogido y enganchado a ella para siempre.
En ella veo al niño de siete años que fuí, con esa misma sensación de asombro y cara ilusionada en el momento de recibir las felicitaciones y me doy cuenta que esa ilusión está tambien en quienes la felicitamos.
Mis cumpleaños de niño fueron extraordinarios, tuviera o no sorpresas o regalos, ese día con solo saber "que me pertenecia" era suficiente. Ya merecía la pena las sensaciones que experimentábamos días antes, esperando y preparando el cumpleaños.
Recuerdo con especial carino a mis hermanos y a mis padres que celebraban como yo o incluso con mayor alegría el que fuera mi cumpleaños.
Miro a mi hija y me veo yo, la miro y puedo ver dentro de ella como seguramente supieron ver mis hermanos y mis padres dentro de mí, veo asombro y alegría, la veo feliz.
Te quiero mucho mi niña, felicidades.