Chicos os voy a contar una historia que aconteció recientemente, relato entre mi aliado Perico y el Generalillo:
GENERALILLO:
Cabalgando en viejo rucio
recordando vieja gloria,
creyéndose sobre corcel,
ya anda mal de la "olla".
PERICO:
Déjese de tonterías
que eso, es un borrico,
eso no es un caballo,
se lo digo yo, Perico.
GENERALILLO:
Bajándose del rocín
a una parra subióse,
creyendo que era encina,
y allí encaramose.
La encina defenderé
y lo haré con ahínco,
y bien que demostraré
que es corcel y no borrico.
PERICO:
Bájese usted buen hombre
que al final se caerá,
que nadie le hará daño,
que nadie le atacará.
Bájese ya de la parra
y entre usted en razón,
que vengo en son de paz,
no sea usted cabezón.
Deje de dar la tabarra
que eso no es una encina,
que eso es una parra,
no siga con esa inquina.
No ve que no son bellotas
que buenas uvas que son,
bájese ya de la parra
y entre usted en razón.
No ataque usted General
y déjese de pamplinas,
no ve que no son gigantes,
aprecie que son encinas.
GENERALILLO:
No son encinas ni parras
aprecio que son gigantes
y arramblaré con todo
lo que se ponga delante.
Allí quedó el General
con su bacía en la testa,
Perico tuvo que marchar,
viendo imposible su oferta.
GENERALILLO:
Cabalgando en viejo rucio
recordando vieja gloria,
creyéndose sobre corcel,
ya anda mal de la "olla".
PERICO:
Déjese de tonterías
que eso, es un borrico,
eso no es un caballo,
se lo digo yo, Perico.
GENERALILLO:
Bajándose del rocín
a una parra subióse,
creyendo que era encina,
y allí encaramose.
La encina defenderé
y lo haré con ahínco,
y bien que demostraré
que es corcel y no borrico.
PERICO:
Bájese usted buen hombre
que al final se caerá,
que nadie le hará daño,
que nadie le atacará.
Bájese ya de la parra
y entre usted en razón,
que vengo en son de paz,
no sea usted cabezón.
Deje de dar la tabarra
que eso no es una encina,
que eso es una parra,
no siga con esa inquina.
No ve que no son bellotas
que buenas uvas que son,
bájese ya de la parra
y entre usted en razón.
No ataque usted General
y déjese de pamplinas,
no ve que no son gigantes,
aprecie que son encinas.
GENERALILLO:
No son encinas ni parras
aprecio que son gigantes
y arramblaré con todo
lo que se ponga delante.
Allí quedó el General
con su bacía en la testa,
Perico tuvo que marchar,
viendo imposible su oferta.
Kalifa, gracias por esa felicitación y por este regalo que nos has hecho a todos. Creo que eres el idóneo para coordinar un taller literario en alguno de los encuentros.
Un beso
Un beso