Buenos y muy
felices días
amigos.
Ando un poco sonámbulo porque la celebración duró hasta altas horas de la
noche, pero el despertador, inmisericorde, ha sonado a las 06:00, como todos los días.
Pero, si París bien vale una misa, este campeonato bien merece pasar un poco de sueño.
Después de haber compartido el sábado un cafelito con los mellizos, con Graci y con Guada, las sensaciones empezaron a ser buenas y, aunque tuvimos que venirnos pronto para ver el partido con un grupo de vecinos, el
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