Cuando la preguntó Manola ¿me conoces?. Rápidamente la contestó: si, la hija de la Rosario.
Solo la falta que la funcionaran las piernas igual que la cabeza. Está fenomenal.
Un beso Consuelo.
Solo la falta que la funcionaran las piernas igual que la cabeza. Está fenomenal.
Un beso Consuelo.