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MINA DIOGENES: Estaban muy ricos. Lo que pasa que tenias que luchar...

Homenaje a la escuela de Diógenes
Cerrar los ojos y volver la memoria a la época escolar en la Minas Diógenes:
Eran las 8,45 horas de la mañana y los dos patios de las escuelas ya se iban llenando de chavales y chavalas diogeneros/as. Había unos uniformes azules para las chicas…guapísimas estaban ellas. Los maestros empiezan a llegar (D. Julián…zapatones, D. Simón, D. Ascensión calmado y serio…como una estaca, se dirige haca la clase de la izquierda, donde las ventanas daban al patio de los servicios y allí cerca estaba el cuartillo donde se hacía la leche en polvo…recordáis con que ímpetu hacíamos la leche. ¿y los quesitos que se repartían? Dña Rosa le tocaba hacia la del centro y doña María con su energía de siempre, en la de la derecha (la que sirvió de iglesia y se decía la misa). En esta clase se cantaba durante el mes de mayo las canciones a la Virgen y además se ponía el nacimiento en la Navidad. Todos en fila desde las clases de niños íbamos ordenados hacia la clase de las niñas y allí no faltaba un día que al finalizar la tarde hiciéramos esos cantos religiosos. ¿nadie se movía?... todo era fervor exterior. Éramos fieles al momento.
Del Nacimiento, todos podemos recordar que íbamos a las escombreras de la mina a por trozos de escoria para hacer las montañas y la hierba la teníamos bien cerca…preciosos belenes se hacían y con que ilusión llegaban las vacaciones. Los villancicos se cantaban ante él, antes de las fiestas navideñas.
Recuerdo y no lo puedo olvidar, que por enfermedad de los monaguillos habituales, el cura llega un día a clase y escoge a dos al azar, para acompañarle en el entierro de la suegra de D. Eugenio Correas. La suerte o la mala suerte, hizo que me eligiera a mí y al otro monago, no recuerdo bien quien era (pudo ser Fernando Ramírez), pero no lo aseguro. Por la calle vestidos de monaguillos, y luego en la casa delante del cadáver, el cura leyendo y echando el incienso…aquello se me quedo grabado como algo terrorífico…bueno cambiemos de tema. ¡vale!
Cada uno a su pupitre, ¿de quién sería el de la foto?, y a empezar a sacar los útiles de las carteras de cuero o de madera (tipo maletín) como el que nos hizo su hermano a Regino y a mi. El estuche de madera de (2) pisos…joder que chulada, no le dábamos giros para ver los colores en la parte de abajo y el lápiz, los bolígrafos en el de arriba. A veces teníamos un compás y gomas (milán). Libretas de dos rayas y la enciclopedia Álvarez eran nuestros útiles más deseados… ¡qué enciclopedias! todo unido y lleno de temas…no como ahora con un montón de libros y 15 kg a las espaldas.
Voy a ir resumiendo, pues tendría para 20 folios y no es plan de cansar a la gente. Lo que si me gustaría recordar es esos dictados en la pizarra y atento a las faltas de ortografía, pues si ponías (canpana) el cogotazo no te lo quitaba ni Dios. Pero en el fondo aprendíamos y no se nos olvidaba. Era otra época escolar, donde el maestro tenía que ser duro para que los alumnos sacaran algo de provecho (así se decía).
Cuentas de sumar con 6-7 sumandos y para dividir tres o cuatros cifras el divisor, las fracciones y las reglas de tres directa…para, para, Apo que te estás liando.
¿quién no se estudió los reyes godos de memoria?... Leovigildo, Hermenegildo y etc, etc.- Yo recuerdo a mi hermana memorizándolos en voz alta.
¡que viene el inspector! Todos bien aseados y hasta el maestro de corbata y buena talla.
Recuerdo un año que vino y le pregunta a uno del pueblo… ¿quién descubrió América?, el maestro D. Ascensión con los labios (Colón) y cuando el alumno responde dice Cristóbal Color… ¿cómo? dice el inspector y un chivatazo le hizo reaccionar hasta que repitió Colón…bien, bien…estos niños saben.
Guada-Hita se acordarán de cuando se ponía la bandera en el patio de arriba. Todos en fila…firmes…aaaaacubrirse…ar. Todos quietos y los más grandecillos llevaban la bandera hasta su lugar, que por cierto estaría todo el día hasta el final. ¡ah! Se me olvidó decir que al entrar se cantaba el cara al sol o…prietas las filas.
¡castigaos sin comer! Se iba el maestro y encerrados como en la celda quedaban los alumnos. No comíamos pero la liábamos dentro. Por la tarde más hambre teníamos y así ahorrábamos en casa. ¿os imagináis hoy un maestro castigando sin comer a un alumno?.
El tintero lleno de tinta servía para mojar con la pluma. Qué amistad teníamos y como nos ayudábamos en los exámenes. Recuerdo que el maestro nos jodio el partido Madrid-Inter porque nos pilló copiando en un examen. ¿sabéis donde pasamos el partido?... en las habitaciones de la Residencia del Casino de Arriba (pues estaba casi deshabitada), y lo oíamos con el sonido de la tele del casino.
Los jueves al Manzano de excursión y deporte. Entrenamiento de porteros, pues había que ir a Mestanza a jugar contra los chavales de allí. Varias tandas de penaltis y al final el elegido fue Ángel Ramos (triunfador a lo Casillas).
En invierno, era un tal Emilio de Mestanza (creo) el que encendía las estufas y nosotros esperando que nevara algo y que el hielo jodiera el viaje del maestro. ¡que viene la minera! …no se ha bajado D. Ascensión (no ha venido)…biennnnnnnnn., Las chicas a chincharse, pues las maestras no faltaban nunca.
¿quién no se acuerda de los peloteos con las pelotas gorila de los zapatos?... alguno salío con algún ojo morado.
Cuando llovía, los charcos eran el lugar sagrado de los más traviesos, pues al paso de los demás, zapateaban para mojar al que pasara a su lado.
De los regalos de navidad que hacía la empresa S. M. de Peñarroya (hablaré otro día)... muñecas o jerseys de rayas... hoy lo dejo por ahora …continuara…o mejor que lo continúe otro/a ¡vale! No pasa naaaaaa

¡APOOOOOOOOOOOOO! pero que cabecita mas privilegiada tienes. Es increible el relato que nos acabas de hacer. Yo no viví esa época. Cuando llegué a Diógenes me tenía que examinar del 3º ejercicio de Reválida, el se ciencias. Me daba clases Andrés Calero. Lo que ocurre es que con profe tan guapo, a veces, se te iba el santo al cielo. Me costó sacarlo, lo aprobé en Pueblonuevo y luego me quedé con el libro comprado para haber hecho Magisterio.
Todo cambió, el libro se quedó sin estrenar, y yo me marché a Madrid a buscar trabajo. Recuerdo que el primer trabajo que hice fue en las puertas de Galerias Preciados, de Callao, haciendo una degustación de unos bollos que se llamaban cocorrones y tenías que tratar que la gente te comprara alguna cajita. En fin, unos cuantos sitios hasta llegar donde he estado 35 años, Instituto de Empresa.
Un beso APO.

Rafi, por lo que cuentas tu primer trabajo fue de lo que se llama ahora AZAFATA, si fuese ahora iriamos todos a comprarte una cajita de cocorrones, ¿estaban buenos?.
Un beso.

Estaban muy ricos. Lo que pasa que tenias que luchar hasta que la gente te compraban nos costaba.
Un beso.