Hola a todos.
Queridos amigos Diogeneros, desde el mes de diciembre no escribo nada por este nuestro foro, pero sí que entro a diario para echar un vistazo a lo que escribís los fieles al mismo.
Hoy me voy a dedicar profundamente a recordaros algunas cosillas de nuestra mina, espero que alguno de vosotros disfrute con tales recuerdos.
Lo primero que quiero deciros es, que deseo a todos los que atravesáis por un momento delicado de salud, que os recuperéis pronto y bien.
ANTONIA, recibe nuestro más sincero pésame por la perdida de tu madre. Recuerdo con total nitidez cuando, José, el hortelano de la huerta de D. Francisco (el médico), me mandaba a comprarle cigarrillos celtas extra a vuestra casa, era algo que hacía casi a diario y, después del recado se despachaba dándome algunas fresas, alcachofas, zanahorias o, alguna otra hortaliza o fruta, según la época. Por supuesto que también recuerdo cuando tu padre se posicionaba con su carrito de golosinas en la puerta del cine antes del comienzo de la película semanal.
Después de esta breve introducción me meto de lleno en lo que hoy quiero recordaros, pues es algo de lo que hoy en día tiene enamorados a muchas personas: LOS ANIMALES.
Sí amigos, en nuestra querida mina había muchos y variados animales, yo quiero hoy recordarlos con cariño por que, sé, que a alguno de vosotros os traerá buenos recuerdos.
Quien no se acuerda de “LAS VACAS DE LA MARI CRUZ”, yo aún tengo en un rincón de mi torpe cerebro ese sabor a dulce leche pura de vaca, no exagero con lo que os digo y por eso he empezado por estos animales, me quedaba embobado viendo a aquellos enormes animales de raza Suiza cuando los hacia pastar por la puerta principal de mi casa.
Hubo otras vacas, las que guardaba Norberto, que pertenecían a Valdefuentes, creo que Zocolete fue vaquero de esa piara de vacas también, anteriormente a Norberto. Estas vacas no eran lecheras.
Recordáis “LOS BUEYES DE TORILES”. (en mas de una ocasión me subí al carro del que tiraban)
“LAS MULAS DE JUANITO MOCHO”, que llegaban a la mina a diario desde la “huerta de los perales” para vender la leche, eran dos, cada mula con cuatro cantaras.
“LOS CARNEROS DE FELIPE” abuelo de Antonio Luengo, Mari, Grego, J. Mari. Estos carneros eran dos, si hoy los recuerdo es por su bravura, no se quien les enseñaría a topar, pero lo hacían con mas peligro que un Miura, a mas de una persona le dieron un buen susto con daño incluido.
“LAS CABRAS DE CALIXTO”, siempre acompañado de” SU PERRILLA PUCHI”. Que mal trago le hacíamos pasar al pobre Calixto mi amigo Fali y yo, comprábamos petardos y se los tirábamos a la perrilla para hacerla de rabiar y corría de tras de nosotros como una liebre, en mas de una ocasión me enganchó los pantalones.
“LA MULA DEL AGUA”, todos los días pasaba por delante de la puerta falsa de mi casa, tiraba de un carro de dos ruedas en el que portaba una gran cuba llena de agua que transportaba del pozo Nº-1 al pozo Nº-3.
“EL CABALLO BLANCO DE OBDULIO”, de las Tiñosas. Buenos galopes le daban a este caballo los hermanos Pedro y José, hijos de Francisco y la Mercedes del bulto.
“EL BURRO DE ESTEBAN-EL TELEFONISTA”, Esteban tubo este borriquillo para acarrear leña a la casa, en muchas ocasiones me subí en él con mi amigo Emilio Camacho, era él el que mas bregaba con el animal, se daba buen arte para hacer las cargas de leña en su lomo.
“LAS OVEJAS DEL TIO MORCILLO”, que genio tenia el hombre, nos perseguía como un policía de la Gestapo cuando le cortábamos los chaparros en el arroyo del plomo para hacer la candelaria en el campo de futbol.
“LOS BURROS DE JOSÉ EL PICONERO”, eran dos, todos los días pasaban por la puerta de mi casa rumbo a su tarea de hacer picón, mi madre les compraba algún saco que otro.
“LAS CABRAS DE BENITO Y LA FERNANDA”, llegó a juntar buena piara de cabras.
“LOS BURROS DE ROBUSTIANO EN VALDEFUENTES”, un par de estos los utilizábamos para ir a las Tiñosas a bañarnos al baño de agua agria.
“LOS CABALLOS DE LA GUARDIA CIVIL”, os acordáis de estos, al lado del economato tenían las cuadras.
“LAS OVEJAS DEL COJO LEBRACHO”, a estas, en mas de una ocasión les he atado las patas con mi amigo Lorencín cuando (Columbiano “el cojo Lebracho”) nos contrataba siendo unos críos para el esquilo, solía llevarlas a Valdefuentes a esquilarlas.
“LOS CANARIOS DE ANGEL EL DEL ECONOMATO”, en más de un concurso de canto de estos animales participó, siendo algunos de sus pájaros campeón en alguna ocasión. Quien no se admiraba de estos pajaritos cuando iba a comprar al economato.
“EL LORO DE GREGORIO Y LA BIENVE”, este jodido pájaro hablaba asta por los codos, pero tenía menos plumas que un pajarito tripón.
“EL PERRO QUE TENÍA D. FRANCISCO EL MEDICO”, lo utilizaba para guardar la casa y vaya si la guardaba, cuando pasabas por la puerta y escuchaba el ruido de los muchachos se volvía loco por agarrarnos un buen bocado en las canillas, se llamaba “SULTAN”.
“EL PERRO PASTOR ALEMAN DE LA RELOJERA”, también era apañado defendiendo su morada.
“EL PERRO DE PASCAL, HIJA DEL INGENIERO FRANCES”, era mas grande que un burro y tenía mas lanas que una oveja churra.
“LOS PERROS DE LOS CAZADORES”, quien era el cazador que no tenía su perrillo para la caza. Algunos de estos animales daban buenas noches con sus ladridos, había que salir de la casa para hacerlos callar.
“LA REHALA DE CAÑAS”, para las monterías. Los guardaba en un gran corralón que había en la casa del ingeniero francés, a la entrada, camino del botiquín.
“LOS COCHINOS PARA LA MATANZA”, pocas familias había que no tuviesen su zahúrda con su cerdo para hacer su propia matanza. Estas zahúrdas siempre se hacían en la periferia del pueblo, lo más cercanas a la vivienda.
“LAS GALLINAS EN SUS GALLINEROS”, eran pocas las familias que no disponían de sus gallineros, se solían hacer al lado de las zahúrdas. Alguna picia hemos hecho con las gallinas más de uno, si no que se lo pregunten a Cesitar, que ya contó en el foro como le mataron alguna gallina a mi madre en su gallinero.
“LOS GATOS CASEROS”, que formaban buena escandalera por las noches cuando entraban en celo en los meses de invierno. Nuestras vecinas Rolendis y Matilde tenían buena colección. En más de una ocasión disparé con mi escopetilla de plomos a alguno de ellos, junto con mi amigo Fali Cespedes.
“LOS PALOMOS DE GREGORIO”, de estos también dábamos buena cuenta con las escopetillas de plomo. Sobre todo por las mañanas temprano antes de entrar a la escuela.
“LOS PERDIGONES ENJAULADOS”, pocos eran los cazadores que no tenían su pájaro de perdiz para cazar con él al reclamo. Era muy típico en los días soleados de invierno verlos en sus jaulas colgadas en las fachadas de las casa. Algunos había que taparlos para que no cantasen tanto.
Para terminar con este repaso de fauna en nuestra mina, voy a recordaros a los principales protagonistas durante algunos años, estos eran los “TOROS BRAVOS DE LAS FIESTAS”. No me diréis que no os acordáis cuando en Diógenes se hacían corridas de toros. Estos animales se traían a pie por el campo, a veces desde bastante distancia. El día del festejo ya estaba preparada la plaza, esta se hacia en la esquina de la fonda y la casa de las químicas, se cortaban las calles con los camiones de la mina y postes con tablones. Un año que mi padre nos subió al camión de la empresa salimos negritos, este había cargado carbón los días anteriores al festejo y vestidos de blanco que íbamos mis hermanos y yo, ¡puff!, no sabía mi padre que hacer con nosotros.
Espero que a algún Diogenero se le haya refrescado la memoria y recordado con alguna sonrisa algún momento de aquellos años.
Sin nada mas por el momento me despido de vosotros con un puñado de mis típicos BEZOZS.
BEZOZ, BEZOZ, BEZOZ, BEZOZ, y más BEZOZ.
Queridos amigos Diogeneros, desde el mes de diciembre no escribo nada por este nuestro foro, pero sí que entro a diario para echar un vistazo a lo que escribís los fieles al mismo.
Hoy me voy a dedicar profundamente a recordaros algunas cosillas de nuestra mina, espero que alguno de vosotros disfrute con tales recuerdos.
Lo primero que quiero deciros es, que deseo a todos los que atravesáis por un momento delicado de salud, que os recuperéis pronto y bien.
ANTONIA, recibe nuestro más sincero pésame por la perdida de tu madre. Recuerdo con total nitidez cuando, José, el hortelano de la huerta de D. Francisco (el médico), me mandaba a comprarle cigarrillos celtas extra a vuestra casa, era algo que hacía casi a diario y, después del recado se despachaba dándome algunas fresas, alcachofas, zanahorias o, alguna otra hortaliza o fruta, según la época. Por supuesto que también recuerdo cuando tu padre se posicionaba con su carrito de golosinas en la puerta del cine antes del comienzo de la película semanal.
Después de esta breve introducción me meto de lleno en lo que hoy quiero recordaros, pues es algo de lo que hoy en día tiene enamorados a muchas personas: LOS ANIMALES.
Sí amigos, en nuestra querida mina había muchos y variados animales, yo quiero hoy recordarlos con cariño por que, sé, que a alguno de vosotros os traerá buenos recuerdos.
Quien no se acuerda de “LAS VACAS DE LA MARI CRUZ”, yo aún tengo en un rincón de mi torpe cerebro ese sabor a dulce leche pura de vaca, no exagero con lo que os digo y por eso he empezado por estos animales, me quedaba embobado viendo a aquellos enormes animales de raza Suiza cuando los hacia pastar por la puerta principal de mi casa.
Hubo otras vacas, las que guardaba Norberto, que pertenecían a Valdefuentes, creo que Zocolete fue vaquero de esa piara de vacas también, anteriormente a Norberto. Estas vacas no eran lecheras.
Recordáis “LOS BUEYES DE TORILES”. (en mas de una ocasión me subí al carro del que tiraban)
“LAS MULAS DE JUANITO MOCHO”, que llegaban a la mina a diario desde la “huerta de los perales” para vender la leche, eran dos, cada mula con cuatro cantaras.
“LOS CARNEROS DE FELIPE” abuelo de Antonio Luengo, Mari, Grego, J. Mari. Estos carneros eran dos, si hoy los recuerdo es por su bravura, no se quien les enseñaría a topar, pero lo hacían con mas peligro que un Miura, a mas de una persona le dieron un buen susto con daño incluido.
“LAS CABRAS DE CALIXTO”, siempre acompañado de” SU PERRILLA PUCHI”. Que mal trago le hacíamos pasar al pobre Calixto mi amigo Fali y yo, comprábamos petardos y se los tirábamos a la perrilla para hacerla de rabiar y corría de tras de nosotros como una liebre, en mas de una ocasión me enganchó los pantalones.
“LA MULA DEL AGUA”, todos los días pasaba por delante de la puerta falsa de mi casa, tiraba de un carro de dos ruedas en el que portaba una gran cuba llena de agua que transportaba del pozo Nº-1 al pozo Nº-3.
“EL CABALLO BLANCO DE OBDULIO”, de las Tiñosas. Buenos galopes le daban a este caballo los hermanos Pedro y José, hijos de Francisco y la Mercedes del bulto.
“EL BURRO DE ESTEBAN-EL TELEFONISTA”, Esteban tubo este borriquillo para acarrear leña a la casa, en muchas ocasiones me subí en él con mi amigo Emilio Camacho, era él el que mas bregaba con el animal, se daba buen arte para hacer las cargas de leña en su lomo.
“LAS OVEJAS DEL TIO MORCILLO”, que genio tenia el hombre, nos perseguía como un policía de la Gestapo cuando le cortábamos los chaparros en el arroyo del plomo para hacer la candelaria en el campo de futbol.
“LOS BURROS DE JOSÉ EL PICONERO”, eran dos, todos los días pasaban por la puerta de mi casa rumbo a su tarea de hacer picón, mi madre les compraba algún saco que otro.
“LAS CABRAS DE BENITO Y LA FERNANDA”, llegó a juntar buena piara de cabras.
“LOS BURROS DE ROBUSTIANO EN VALDEFUENTES”, un par de estos los utilizábamos para ir a las Tiñosas a bañarnos al baño de agua agria.
“LOS CABALLOS DE LA GUARDIA CIVIL”, os acordáis de estos, al lado del economato tenían las cuadras.
“LAS OVEJAS DEL COJO LEBRACHO”, a estas, en mas de una ocasión les he atado las patas con mi amigo Lorencín cuando (Columbiano “el cojo Lebracho”) nos contrataba siendo unos críos para el esquilo, solía llevarlas a Valdefuentes a esquilarlas.
“LOS CANARIOS DE ANGEL EL DEL ECONOMATO”, en más de un concurso de canto de estos animales participó, siendo algunos de sus pájaros campeón en alguna ocasión. Quien no se admiraba de estos pajaritos cuando iba a comprar al economato.
“EL LORO DE GREGORIO Y LA BIENVE”, este jodido pájaro hablaba asta por los codos, pero tenía menos plumas que un pajarito tripón.
“EL PERRO QUE TENÍA D. FRANCISCO EL MEDICO”, lo utilizaba para guardar la casa y vaya si la guardaba, cuando pasabas por la puerta y escuchaba el ruido de los muchachos se volvía loco por agarrarnos un buen bocado en las canillas, se llamaba “SULTAN”.
“EL PERRO PASTOR ALEMAN DE LA RELOJERA”, también era apañado defendiendo su morada.
“EL PERRO DE PASCAL, HIJA DEL INGENIERO FRANCES”, era mas grande que un burro y tenía mas lanas que una oveja churra.
“LOS PERROS DE LOS CAZADORES”, quien era el cazador que no tenía su perrillo para la caza. Algunos de estos animales daban buenas noches con sus ladridos, había que salir de la casa para hacerlos callar.
“LA REHALA DE CAÑAS”, para las monterías. Los guardaba en un gran corralón que había en la casa del ingeniero francés, a la entrada, camino del botiquín.
“LOS COCHINOS PARA LA MATANZA”, pocas familias había que no tuviesen su zahúrda con su cerdo para hacer su propia matanza. Estas zahúrdas siempre se hacían en la periferia del pueblo, lo más cercanas a la vivienda.
“LAS GALLINAS EN SUS GALLINEROS”, eran pocas las familias que no disponían de sus gallineros, se solían hacer al lado de las zahúrdas. Alguna picia hemos hecho con las gallinas más de uno, si no que se lo pregunten a Cesitar, que ya contó en el foro como le mataron alguna gallina a mi madre en su gallinero.
“LOS GATOS CASEROS”, que formaban buena escandalera por las noches cuando entraban en celo en los meses de invierno. Nuestras vecinas Rolendis y Matilde tenían buena colección. En más de una ocasión disparé con mi escopetilla de plomos a alguno de ellos, junto con mi amigo Fali Cespedes.
“LOS PALOMOS DE GREGORIO”, de estos también dábamos buena cuenta con las escopetillas de plomo. Sobre todo por las mañanas temprano antes de entrar a la escuela.
“LOS PERDIGONES ENJAULADOS”, pocos eran los cazadores que no tenían su pájaro de perdiz para cazar con él al reclamo. Era muy típico en los días soleados de invierno verlos en sus jaulas colgadas en las fachadas de las casa. Algunos había que taparlos para que no cantasen tanto.
Para terminar con este repaso de fauna en nuestra mina, voy a recordaros a los principales protagonistas durante algunos años, estos eran los “TOROS BRAVOS DE LAS FIESTAS”. No me diréis que no os acordáis cuando en Diógenes se hacían corridas de toros. Estos animales se traían a pie por el campo, a veces desde bastante distancia. El día del festejo ya estaba preparada la plaza, esta se hacia en la esquina de la fonda y la casa de las químicas, se cortaban las calles con los camiones de la mina y postes con tablones. Un año que mi padre nos subió al camión de la empresa salimos negritos, este había cargado carbón los días anteriores al festejo y vestidos de blanco que íbamos mis hermanos y yo, ¡puff!, no sabía mi padre que hacer con nosotros.
Espero que a algún Diogenero se le haya refrescado la memoria y recordado con alguna sonrisa algún momento de aquellos años.
Sin nada mas por el momento me despido de vosotros con un puñado de mis típicos BEZOZS.
BEZOZ, BEZOZ, BEZOZ, BEZOZ, y más BEZOZ.
