Manolo, desde luego que es una pena el que veamos la
fuente asi, con los ratos que hemos pasado tan agradables todos los diogeneros en ese lugar, ¡cuantas tardes he ido con mis padres y hermanos a merendar a la fuente agria!, todo cambia con el tiempo y en este caso para mal.
Te habrán sentado muy bien los
churros.
Un beso.