A todos ellos y también a la
Virgen de la Salud, de los
puertos de Áliva en Picos de Europa. Ella vive todo el año a dos mil metros de altura y se alegra mucho cuando alguien le solicita algo, por eso hace todo lo que puede, porque quizá tiene menos trabajo que las que viven en las ciudades o
pueblos donde todos los días tienen peticiones. El pasado sábado le hice una visita por ser su día y estuvimos hablando un rato. Un beso Rafy.