Virgencita de las Minas, Madre querida, desde el fondo de mi corazón GRACIAS por escucharme, siento tu apoyo diario, pero hay veces en que las cuestas son más pronunciadas y parece dificil superarlas, pero Tú alargas tu bendita mano para ayudarnos.
Graci
Graci
Graci, era de esperar, no podía ser de otra manera.
Un beso.
Un beso.