14 de Mayo, víspera de San Isidro Labrador, patrono de Madrid y de mi pueblo también, Becerril de Campos.
Tendría yo como 8 añitos y entonces llegada esta fecha se vivía con una ilusión grandisima, ¡llegaban las fiestas del pueblo!.
Tal día como hoy llegaban los músicos que tenían que amenizar las fiestas, con sus pasacalles y dianas mañaneras.
LLegaban en el trén, ya que entonces no había los monovolúmen que hay ahora, que llegan, tocan y se van.
Estos llegaban con su equipaje y el correspondiente instrumento musical de cada uno para estar los tres días de la fiesta en una pensión, (casa de un vecino), que el Ayuntamiento se encargaba de abonar todos los gastos.
Como esto suponía un acontecimiento y la casa de mis padres estaba en el trayecto que tenían que recorrer los músicos hasta su "pensión", salí corriendo detrás de ellos con la mala suerte de tropezar en el escalón de la Iglesia de San Pedro y partirme la barbilla, con lo que pasé todas las fiestas de ese año con la barbilla estropeada, y ahora conservando la correspondiente señal.
Una anecdota más en las historias de la niñez.
Hasta la próxima.
B+a.
Tendría yo como 8 añitos y entonces llegada esta fecha se vivía con una ilusión grandisima, ¡llegaban las fiestas del pueblo!.
Tal día como hoy llegaban los músicos que tenían que amenizar las fiestas, con sus pasacalles y dianas mañaneras.
LLegaban en el trén, ya que entonces no había los monovolúmen que hay ahora, que llegan, tocan y se van.
Estos llegaban con su equipaje y el correspondiente instrumento musical de cada uno para estar los tres días de la fiesta en una pensión, (casa de un vecino), que el Ayuntamiento se encargaba de abonar todos los gastos.
Como esto suponía un acontecimiento y la casa de mis padres estaba en el trayecto que tenían que recorrer los músicos hasta su "pensión", salí corriendo detrás de ellos con la mala suerte de tropezar en el escalón de la Iglesia de San Pedro y partirme la barbilla, con lo que pasé todas las fiestas de ese año con la barbilla estropeada, y ahora conservando la correspondiente señal.
Una anecdota más en las historias de la niñez.
Hasta la próxima.
B+a.