Pepi, no hemos podido charlar un rato, otro día será.
Abrazos.
Abrazos.
Feli, llevas razón, anoche abandoné las calles cuando tu salias, veo que estás muy ocupada últimamente, ¡cuanto trabajamos las mujeres madre mia! si nos tuviesen que pagar todas las horas que curramos teniamos sueldo como los dirigentes de Bankia.
Un beso.
Un beso.