
Juan Ramòn: Tambìén puedo contar la felicidad que sentiamos cuando llegaba Junio y veniais Farnés y tú a Diógenes tan blanquitos que pareciais niños enfermos, alli pasabais todas las enfermedades propias de los niños, lo peor era cuando terminaba el verano y os teniais que ir, os acompañabamos hasta Rivilla y nunca olvidaré conque silencio llegabamos a casa, hasta el yayo lloraba. A veces recordar duele. Muchos bésos tita Tere.