Hola diogeneros:
Soy Ramón, hijo de José Serrano y Carmen Adán. Mi hermana Carmen y yo también queremos hacer, si nos lo permitís, un apasionado homenaje a nuestros queridos padres y a tantos amigos y amigas que, como ellos, en plena juventud fueron capaces de superar las penurias, miedos y temores de la posguerra fundando un hogar donde el cariño, ternura y dedicación han sido ejemplares.
Desde habitar en una pequeña casita, prestada, aislada en el casmino que unía el Lavadero (tío Desiderio "Ventillas") con la curva de La Goyoriza (la Liboria, su marido, sus hijos Obdulio, Juan y "la chiqui" y la reala); pasando por la "fragua" a espaldas de la Cantina, frente al Bar Redondo regentado por la Inés, su hija Fidela y hermanos donde también se hacía baile los domingos, a su lado Seve y la Petronila con sus ¿cuántos hijos?; un "cuartel" de los del "Amo" que veíamos la casa de la Colorá: sus hijas ¿Paca?, Rafaela y Ramón, por detrás de ellos la familia Manotas: el padre peluquero y uno de sus hijos, Nicolás alias Ciscalías, aún conservará la cicatriz de la "porraura" que le hizo un cohete de los que fabricábamos con carburo y botes de tomates, vacíos por supuesto; hasta llegar a Diógenes con 8 ó 10 años, no recuerdo.
Queremos daros las gracias a todos porque nos habeís hecho revivir tantas emociones: muchísima alegría jugando a la pídola con el correspondiente taconazo en el culo, al abejorro, culo a la pared, meadas más largas, burro de la pared, etc. etc., angustia cuando el pueblo enmudecía ¿quién? ¿cómo? porque la Mina se llevaba a alguien nuestro, bien por accidente (mi tio Maxi) o por la maldita silicosis; añoranzas, nostalgia y rabia, sí, sí, rabia ante la impotencia de no poder evocar y asociar nombres y rostros a los que nos acompañaron en esta etapa feliz de nuestra vida. ¡Fueron tan intensos los lazos de amistad y solidaridad entre nuestra gente que son comparables al vigoroso chorro de la Fuente Agria que rezumaba agua por las tapias, zarza y rocas oxidadas que la rodeaban.
Conce: Un abrazo de mi familia para la tuya y en especial para la "loles".
Un emotivo recuerdo a mi gran amigo Manolo y un abrazo para sus hermanos Eduardo y Gabi y para todos los foreros.
Soy Ramón, hijo de José Serrano y Carmen Adán. Mi hermana Carmen y yo también queremos hacer, si nos lo permitís, un apasionado homenaje a nuestros queridos padres y a tantos amigos y amigas que, como ellos, en plena juventud fueron capaces de superar las penurias, miedos y temores de la posguerra fundando un hogar donde el cariño, ternura y dedicación han sido ejemplares.
Desde habitar en una pequeña casita, prestada, aislada en el casmino que unía el Lavadero (tío Desiderio "Ventillas") con la curva de La Goyoriza (la Liboria, su marido, sus hijos Obdulio, Juan y "la chiqui" y la reala); pasando por la "fragua" a espaldas de la Cantina, frente al Bar Redondo regentado por la Inés, su hija Fidela y hermanos donde también se hacía baile los domingos, a su lado Seve y la Petronila con sus ¿cuántos hijos?; un "cuartel" de los del "Amo" que veíamos la casa de la Colorá: sus hijas ¿Paca?, Rafaela y Ramón, por detrás de ellos la familia Manotas: el padre peluquero y uno de sus hijos, Nicolás alias Ciscalías, aún conservará la cicatriz de la "porraura" que le hizo un cohete de los que fabricábamos con carburo y botes de tomates, vacíos por supuesto; hasta llegar a Diógenes con 8 ó 10 años, no recuerdo.
Queremos daros las gracias a todos porque nos habeís hecho revivir tantas emociones: muchísima alegría jugando a la pídola con el correspondiente taconazo en el culo, al abejorro, culo a la pared, meadas más largas, burro de la pared, etc. etc., angustia cuando el pueblo enmudecía ¿quién? ¿cómo? porque la Mina se llevaba a alguien nuestro, bien por accidente (mi tio Maxi) o por la maldita silicosis; añoranzas, nostalgia y rabia, sí, sí, rabia ante la impotencia de no poder evocar y asociar nombres y rostros a los que nos acompañaron en esta etapa feliz de nuestra vida. ¡Fueron tan intensos los lazos de amistad y solidaridad entre nuestra gente que son comparables al vigoroso chorro de la Fuente Agria que rezumaba agua por las tapias, zarza y rocas oxidadas que la rodeaban.
Conce: Un abrazo de mi familia para la tuya y en especial para la "loles".
Un emotivo recuerdo a mi gran amigo Manolo y un abrazo para sus hermanos Eduardo y Gabi y para todos los foreros.