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Buenos días tengamos todos cuantos leemos, escribimos o solamente miramos en esta página. Ya paso la navidad del 2012 y la gran fiesta de fin de año. A mí en particular, la navidad nunca me gustó, y, sin embargo sí que me gusto la de noche vieja.
Ahora llegan los reyes magos de oriente, que para mí ni son magos ni viene de oriente. Estas fiestas tampoco me gustaron nada. Cuando yo era un niño, bueno, si es que alguna vez lo fui, los odiaba, ya que veía sin comprender que a otros niños de mi pueblo, El Alcornocal, le traían juguetes y a mí no me traían nada; bueno, miento, que una vez sí que me trajeron una pelotita blanca que me gustó mucho y que me duró muchos años. Yo le preguntaba a mi madre que porque a mí los reyes no me traían juguetes y a Juanito, Manolo, Aurelio, Eduardo, etc, etc, sí. Ella decía que se debía a que nosotros éramos muy pobres. Imaginaros mi desconsuelo y entenderéis ahora el porqué de mi odio hacia los reyes.
A los que os guste el cante flamenco os digo que el cantaor Pepe Pinto canta una copla muy sentía que habla de un niño huérfano y de los reyes. Yo la he escuchado cientos de ves y cada vez que lo hago se me parte el corazón. La copla viene muy bien en este momento y dice a sí:
Un beso nadie me da.......
Un beso nadie me da, decía un niño llorando no, tengo padre ni madre ni sé lo que vale eso, dios mío de mi alma pero debe de ser muy grande.
Esto le oí decir a un pobre niño chiquito que al hospicio lo llevaron cuando quedo huerfanito.
Era una noche de reyes, los reyes magos pasaron, y para llevar juguetes al hospicio se acercaron.
Y aquel niño le decía. Mago de mi corazón, tráigame usted a mi madre, para que la conozca yo, si la ve usted por el cielo, dile usted que no la olvido, aunque hay unas almas buenas que me tienen recogido, pero esta noche de reyes aunque tengo quien me ampare, yo daría todos estos juguetes por un beso de mi madre, y el rey cogiéndolo en brazos le dijo no llores más, tu madre vendrá conmigo y en un trono la veras.
Y el niño aquella noche pensando a sí se durmió, la beatita que lo velaba entre sueños le escucho.
Sor María, hermanita Sor María, a mi me han dicho los reyes magos, que para el año que viene me traen a la madre mía y en una carroza ella viene..........
Ahora llegan los reyes magos de oriente, que para mí ni son magos ni viene de oriente. Estas fiestas tampoco me gustaron nada. Cuando yo era un niño, bueno, si es que alguna vez lo fui, los odiaba, ya que veía sin comprender que a otros niños de mi pueblo, El Alcornocal, le traían juguetes y a mí no me traían nada; bueno, miento, que una vez sí que me trajeron una pelotita blanca que me gustó mucho y que me duró muchos años. Yo le preguntaba a mi madre que porque a mí los reyes no me traían juguetes y a Juanito, Manolo, Aurelio, Eduardo, etc, etc, sí. Ella decía que se debía a que nosotros éramos muy pobres. Imaginaros mi desconsuelo y entenderéis ahora el porqué de mi odio hacia los reyes.
A los que os guste el cante flamenco os digo que el cantaor Pepe Pinto canta una copla muy sentía que habla de un niño huérfano y de los reyes. Yo la he escuchado cientos de ves y cada vez que lo hago se me parte el corazón. La copla viene muy bien en este momento y dice a sí:
Un beso nadie me da.......
Un beso nadie me da, decía un niño llorando no, tengo padre ni madre ni sé lo que vale eso, dios mío de mi alma pero debe de ser muy grande.
Esto le oí decir a un pobre niño chiquito que al hospicio lo llevaron cuando quedo huerfanito.
Era una noche de reyes, los reyes magos pasaron, y para llevar juguetes al hospicio se acercaron.
Y aquel niño le decía. Mago de mi corazón, tráigame usted a mi madre, para que la conozca yo, si la ve usted por el cielo, dile usted que no la olvido, aunque hay unas almas buenas que me tienen recogido, pero esta noche de reyes aunque tengo quien me ampare, yo daría todos estos juguetes por un beso de mi madre, y el rey cogiéndolo en brazos le dijo no llores más, tu madre vendrá conmigo y en un trono la veras.
Y el niño aquella noche pensando a sí se durmió, la beatita que lo velaba entre sueños le escucho.
Sor María, hermanita Sor María, a mi me han dicho los reyes magos, que para el año que viene me traen a la madre mía y en una carroza ella viene..........
Germán, la vida es tan injusta y más injusta es con los pequeñines, todos tienen la misma ilusión con los Reyes Magos y no pueden comprender como unos reciben regalos y otros no, ojalá y algún día no haya esa diferencias entre unos y otros en ninguna parte del mundo.
Un beso.
Un beso.
