Hola, amigos y amigas de Diógenes. Hacía un par de días que no entraba en el foro, pues estoy pasando una temporada en el campo y allí no tengo internet. Sin embargo, todos los días, de un modo u otro, estoy con todos vosotros y os recuerdo y reinvento en las páginas de la nueva novela que estoy escribiendo, la cual, aunque lentamente, sigue adelante. Por supuesto sigo recordando el domingo maravilloso que pasé con muchos de vosotros en la visita a Diógenes. Y recuerdo, cómo no, a nuestro excelente guía: Benito de Tiñosas.! Cuánto aprendí ese día!! Qué lección de amor, de hermosa nostalgia, de generosidad compartida!! Cuánto me ofrecisteis a cambio de nada! Ahora, como os digo, sigo rumiando lentamente todas las sensaciones que viví para plasmar muchas de ellas en mi nuevo libro. Espero que el espíritu de Diógenes, la atmósfera mágica que flota en aquel lugar, me ayude a escribir una novela que tenga emoción y hondura poética para llegar al alma de muchos lectores. Mientras tanto, deciros a todos que os recuerdo en este tórrido verano que nos asa hasta los recuerdos más bellos y lánguidos de la infancia. Lo mejor son las noches, limpias, cuajadas de estrellas, con el camino de Santiago flotando en lo hondo como un poético vigía en el que apoyo mis ojos muchas veces, cuando me tiendo en una hamaca, al lado de mi casa de campo. Me gustaría estar, en esos momentos, con muchos de vosotros y de vosotras para charlar y recordar cosas de otros tiempos, porque vuestros recuerdos son los míos, ya que formo parte de esa memoria común y de ese amor compartido por Minas de Diógenes, uno de los lugares más bellos y románticos de este mundo. Recibid todos los foreros y las foreras un cálido abrazo de vuestro "poeta", como me llama el buen amigo "Rafuki". Espero veros de nuevo en Puertollano o en cualquier otro lugar para hablar de nuestras cosas. Os quiero.