Graci, bien sacudido a la hora de tenderla y bien estiradita a la hora de doblarla, queda de maravilla, algunas cosas, otras si hay que dale un poquito.
Yo, en
casa plancho poquito, lo justito. Al niño pequeño se la guardaba en sus cajones toda replanchadita y a la hora de coger una camiseta, como estuviera en la parte de abajo ya lo dejaba todo hecho un rebujo. Un día seme inflaron las naricillas y dije que ni una mas y no será porque no me gusta la plancha.
Un beso y a
comer, yo ya lo he hecho.