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MINA DIOGENES: Hola Manola, la carretera que seguimos de vuelta a...

Mis queridos diogeneros, ante todo queremos agradeceros, mi Paco y yo, una vez mas, el habernos proporcionado la inmensa alegría de compartir con todos vosotros un maravilloso día, junto a nuestra Virgen y pisando la tierra que tantos recuerdos nos trae de nuestra juventud.
Especialmente, nuestro agradecimiento a todos los que hacen posible que este encuentro fraternal y festivo, se mantenga y supere cada año. Gracias a la Organización que, de manera altruista y mucha ilusión trabaja todo el año para que nuestra Romería se mantenga con todo éxito.
Gracias, también, a todos los que aportan su colaboración con grandes habilidades y mucho cariño. No concreto a nadie, pero tenemos: escritores, pregoneros, cantantes, bailones, pintores y ceramistas, arquitectos de grandiosas carpas, campeones en cortar jamones, chorizos y quesos, proveedores de vinos y cervezas, cocineros/as de altísimo nivel, reposteros, animadores de espectáculos y sobre todo, amigos que reciben y entregan todo su cariño y amistad sincera.
Para los que, aún, no creen en los milagros, dos familias diogeneras fueron agraciadas, cada una, con uno.
El primero para Pepi y Anselmo, que ya han contado lo ocurrido. Nuestra Virgen y los buenos reflejos del conductor hicieron que todo saliera divinamente.
El segundo fué para mí. Nosotros, junto a mi hermana, cuñado y primos, también tomamos la ruta para visitar la Virgen de la Cabeza y comer en las cercanías de Andujar.
El viaje fue fantástico, disfrutando de los maravillosos paisajes y fauna (jabalí y gato montes incluidos) de esta zona. Los pocos conductores con los que nos cruzamos eran gente con la cabeza en su sitio. Sin ningún problema.
Como estaba previsto, comimos cerca de Andujar y a la salida del restaurante, se levantó un fuerte viento, pero yo como buena diogenera, ni caso. Mi Paco menos valiente y pensando que podía despeinarse se metió en el coche. Yo seguí esperando que el resto de comensales, que estaban cumpliendo con alguna función vital, salieran.
Como el viento arreciaba cada vez más, me dirigí al coche y cuando iba a abrir la puerta, un repentino tornado, me lo impidió. Fui volteada, zarandeada, levantada, (sin andas) y proyectada contra el retrovisor donde me agarré con tantas fuerzas, que acabé rompiéndolo. El contenido de mi bolso acabó esparcido en un radio de varios metros y algunos enseres, al otro lado de la carretera-
Si ese espejo retrovisor, donde me reflejaba con cara de "coño que me mato", no está a mi alcance, vuestra Manolita, habría terminado entre las encinas de Sierra Madrona. Tampoco hubiera sido un mal sitio.
Todo está bien, aunque sigo un poco magullada y por sacar algo positivo os puedo asegurar que ha sido el revolcón más grande, aunque no el más agradable, que me han dado en mi vida.
Para más detalles os convoco a la comida de Agosto.
Besos y abrazos para todos

Hola Manola, la carretera que seguimos de vuelta a casa estaba extraña ese día por lo que se ve, solo faltaba que hubiese llegado el mar hasta allí, me alegro de que el tornado te dejase en España y no te llevase a países extranjeros, aunque en ese momento lo pasases mal no he podido reprimir una carcajada al leerte, lo tuyo fue más espectacular que lo nuestro, a ti te querían llevar fuerzas del más allá y lo nuestro fue obra de mortales, me imagino el cuadro de verte enganchada al retrovisor y el aire zarandeándote como una pluma, seguro que la tensión y todas las constantes vitales se te bajaron a los talones, pobrecita nuestra Manola, que miedo pasarías en esos momentos aunque después se le eche humor al asunto, me alegro de que estés bien y que las magulladuras se te pasen pronto. La Virgen de la Minas te tiró de un manotazo contra el suelo para evitar tu vuelo y a nosotros de un manotazo nos saco de la carretera, el caso es que estamos bien y en casa después de algunas peripecias. Estaré para los detalles de la comida de agosto.
Luego dicen que a las mujeres nos gustan los espejos, ves como son necesarios.
Un beso.