Queridos amigos y amigas de Mina Diógenes, como bien dice mi amiga Pepi Vozmediano, no pude estar por motivos laborales en vuestra hermosa romería acompañando a la Virgen de las Minas (bellísima) y a todos los diogeneros y diogeneras que tanto aprecio. He leído en el foro todas vuestras cálidas impresiones, vuestras lindas vivencias, y, sinceramente, me he emocionado muchísimo. Sí, es verdad que no pude estar, pero también es verdad que os recordé a todos y estuve con el corazón muy cerca de vosotros. Sinceramente, agradecí mucho vuestra invitación, pues me siento diogenero, pero me fue imposible acudir como ya he dicho antes, por razones de trabajo. A veces, mi vida no es mía ni me pertenece, sino que es de los demás y me programan eventos y actividades que, profesionalmente, no puedo eludir. Es por ello que no acudí a vuestra cita, pero insisto en que, después de ver la fotografías y leer algunos escritos mágicos (Benito, Panta, Mayte del Francés, etc...) siento que estuve allí y me da alegría saber que todos los pasasteis fenomenal. Vuestra felicidad es la mía, amigos y amigas de Mina Diógenes, y, en este momento, sólo me queda felicitaros por la gran organización y por el derroche de alegría, hermandad y amor que derramasteis ese día en vuestro pueblo del alma, en ese lugar invisible, y visible al mismo tiempo, que llevais impreso en los pliegues más dulces e íntimos de vuestro corazón. Gracias de nuevo, un millón de abrazos para todos, y enorabuena por haber revivido y rescatado de vuestra memoria una extraordinaria y hermosísima tradición. Vuestro amigo, Alejandro López Andrada
Alejandro, pues te recordamos, te echamos de menos y perdiste la oportunidad de compartir algo singular y fabuloso.
Un abrazo
Un abrazo