Pepi, te voy a contar lo que un verano les dió por hacer a tu padre y al mío, se dedicaron a cocer garbanzos durante quince días, y todas las tardes bajábamos uno de los tres a echar unos pocos donde terminaba la carretera vieja del Alhorín. Luego teníamos que tener cuidado para poder ir a pescar cuando hubiese luna llena, por que ya lo habíamos acostumbrado a comer de noche, menudas noches pasamos entre pesca y risas, ya que raro era la noche que alguno no se caía.