Maribel, para mi tú siempre serás mi Marotilla. Nuestro cariño no es de ahora, viene de atrás, cuando eras una mocosilla que solo se te veian esos bonitos ojos, te pegaste a mí como una lapa.
Haciendo memoria, ya sé de donde sacaba yo el dinero para invitaros a mirindas: mi madre cuando se echaba la siesta, al quitarse el mandil se le caia el dinero debajo de la cama, y yo lo recogía. Supongo que eso sería pecado...
Besos.
Mayte.
Haciendo memoria, ya sé de donde sacaba yo el dinero para invitaros a mirindas: mi madre cuando se echaba la siesta, al quitarse el mandil se le caia el dinero debajo de la cama, y yo lo recogía. Supongo que eso sería pecado...
Besos.
Mayte.
¿Pecado? Encima de que limpiabas la habitación…