Floreal, ¡que guapo estás siendo nuestro abanderado!.
Un beso.
Un beso.
Pepi, pues yo no lo veo tan guapo como tú dices, más bien le aprecio como con cara de extreñido, ¿no iría haciendo fuerza para tirarse un cuesco?. No me extraña que los que le segían fueran a tanta distancia, porque los iba asfixiando.