Así nuestro pueblo de MINA DIÓGENES, quedará inmortalizado en las estanterías de las casas para poder leerlo cuando se tengan ganas de recordar la tierra. Ese era mi objetivo. No podíamos dejar que desapareciera la historia de allí. Con humildad, respeto y algo de humor, lo he fabricado. ¡ah! que no soy Arturo Pérez Reverte.