Hemos pasado unos diítas estupendos en mi bonito pueblo de Solana del Pino, la cesta para los níscalos no podía faltar aunque en realidad sobraba, no había ni una seta por los campos, estaba todo tan seco como en verano, otra vez será, después de venirnos ha llovido y saldrán ahora, si hemos disfrutado del hermoso paisaje y olor de las montañas, olía a jara, romero etc. etc.
Un beso.
Un beso.
Pepi, me alegro que hayas pasado unos fantásticos días en Solana del Pino, la verdad que en otoño tiene que ser una pasada vivir aunque sea pocos días allí, rodeada de tanta naturaleza, en la sierra. Si se amplia la fotografía se ve la privilegiada situación de este pueblo que también nos pertenece a los diogeneros. En cuanto a los níscalos, no te preocupes, si no los has podido coger, cuando tengas la oportunidad los compras en el mercado o frutería y ya está, ya sabes el que no se consuela es porque no quiere. Un beso para tí y un abrazo para tu marido