Marce y Pepe, lleváis toda la razón en vuestros comentarios sobre los árbitros y sobre las familias que van con los chavalejos a los partidos. Pepe, a mí me ocurrió casi igual, pues en Álora, llevé la escuela municipal de balonmano (masculino y femenino) durante 10 años y al final lo tuve que dejar por varios motivos: cansado de los padres que protestaban a los árbitros y querían que sus hijos jugaran siempre. También por falta de ayuda en los coches cuando íbamos a los pueblos. Yo cansado con los meniscos y al no encontrar a nadie que me ayudara y fuera cogiendo el relevo se acabó el Club Balonmano Álora. Desde el año 2002 hasta hoy, no existe el balonmano en el pueblo.
Yo tenía que regañar a los padres de mi equipo para dejar al árbitro tranquilo. Yo creo que los padres de antes estaban hechos de otra materia más sensata... la mayoría. Y no hablemos de la escuela... eso es otro cantar.
MARCE, como tu dices, no escuchar al público y pitar lo que se vea justo.
Yo tenía que regañar a los padres de mi equipo para dejar al árbitro tranquilo. Yo creo que los padres de antes estaban hechos de otra materia más sensata... la mayoría. Y no hablemos de la escuela... eso es otro cantar.
MARCE, como tu dices, no escuchar al público y pitar lo que se vea justo.